lunes, 11 de octubre de 2010

41: Con una simple chapita, un precioso broche o una pegatina chula...¡ lo tenemos arreglado!

El otro día veo que mi compañero del curro lleva una camisa chulísima (era de cuadritos pequeños y el cuello tenía un borde interior de lunaritos) y así se lo digo. El me dio las gracias y me dijo que a él también le gustaba, por lo que a pesar de haberle caído unas gotas de lejía, la había podido salvar con una chapita (esta  idea me hizo recordar lo que yo hacía con algunas prendas de mis hijas o con otras mías a las que le había puesto un broche, chapita... todo para salvar una prenda!). Os aseguro que además queda preciosa, todo está en la acertada combinación con el "adorno" adecuado y donde haya caído la mancha de lejía o la tara que sea.
Yo tenía un precioso vestido con chorreras (me recuerda a una expresión de mi tía... niña ¡un jamón con chorreras!) que se me habían descolorido al sacarle unas manchas y lo que hice fue quitarlas y quedó listo para estrenar.
En otra ocasión, se me estropeó el delantero de un jersey (se picó la lana de un año para otro) y era tan visible que no podía taparlo con un broche (cosa que en otro sí que pude hacer), así que le cosí los puntos y para que no se notase el "zurcido delantero", me colgaba un collar con muchos colgameles que quedaba ideal y que tapaba esos puntitos cosidos. En fín, hay muchas ideas para tapar esos estropicios que a veces nos pasa con nuestros queridos modelitos y todo ello nos hace aaprovecharlos y así ¡ahorrar! en otros nuevos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario